Slow Design: Principales características

Por
Imagen de Iván Redondo
Iván Redondo
· 06/04/2015

Hace unos años nació en Italia un movimiento muy interesante llamado Slow Food, que, en contra de la cultura Fast Food, promueve el disfrute de los productos regionales y las comidas tradicionales, cuyos ingredientes en muchas ocasiones se cultivan de forma respetuosa con el medio ambiente. Esto sucedió en protesta por la apertura de una franquicia de McDonald's en la Piazza di Spagna (Roma).

Rápidamente este movimiento fue calando en distintos sectores, creándose lo que se conoce como la Filosofía Slow o Movimiento Slow, que propone tomar el control del tiempo, más que someterse a su tiranía, algo a lo que todos estamos expuestos en esta época.

Esta tendencia de pensamiento llega al diseño, con el nombre de Slow Design, destacando los beneficios de hacer las cosas más despacio y sobre todo con más visión de futuro.

Hacer algo más rápido no significa necesariamente que esté mejor hecho. El diseño es un proceso mental que se traslada a la práctica mediante las herramientas que todos conocemos. Dedicarle el tiempo suficiente a la primera fase hace que el resultado sea mucho mejor, así como acortar en el tiempo la segunda, por lo que hacer las cosas con calma y cariño no es sinónimo de hacerlas más despacio.
 
Otro ejemplo de mayor eficacia es tener filtros y debates internos en un estudio de diseño, lo que ayuda a presentar al cliente trabajos mucho más potentes. 

 

Principales características del Slow Design

· Holístico: Teniendo en cuenta tantos factores relevantes a corto y largo plazo como sea posible.
· Sostenible: Teniendo en cuenta los impactos desde su creación y reduciendo el daño en su entorno tanto como sea posible.
· Elegante: Mediante la búsqueda de las soluciones más simples y concisas que proporcionen los resultados deseados.
· Adaptado: La creación de soluciones específicas que se adapten a una situación particular.
· Demócrata: Mantener el proceso y los resultados accesibles a los que lo utilizan, incluidos los no profesionales.
· Adaptable: Desarrollo de soluciones que continuarán evolucionando con el tiempo o que pueden ser modificados según sea necesario.
· Durable: Haciendo que las soluciones seguras se puedan mantener en el tiempo y reducir al mínimo la necesidad de reparaciones o reemplazo.
· No es tóxico: Eliminación de sustancias y procesos contaminantes o tóxicos.
· Eficiente: Minimizando las pérdidas de tiempo, mano de obra, energía y recursos físicos.

 

Aunque el Slow Design Diseño es todavía un concepto relativamente nuevo, podría evolucionar en las siguientes maneras:

· Largos procesos de diseño con más tiempo para la investigación, la contemplación y las pruebas de impacto en la vida real
· Utilización de materiales y tecnologías locales, con diseños que apoyen las industrias locales, talleres y artesanos.
· Diseños que tengan en cuenta la cultura local o regional.
· Diseños que estudien los ciclos de tiempo naturales.
· Diseños que tengan en cuenta los beneficios de la psicología positiva.

 

Todo esto no significa que el resultado del trabajo esté relacionado únicamente con el tiempo invertido, se trata de cuidar la metodología, estudiar la competencia, buscar referencias y pensar a largo plazo. En definitiva el proceso de creación hay que disfrutarlo, tanto por parte del estudio, como por parte del cliente.

 

Fotografía principal: Mark Kamalov
Compartir